45x30x15 3kg

Paquete 1 (5)Me imagino lo que significa, a día de hoy, cuando casi toda la comunicación que mantiene un chaval de 15 años, es digital,  recibir, para variar, un paquete real. Un paquete de casa. El paquete.

Cuando ya empezaba a preocuparme, Mi Teen me confirma que sí, que recibió el paquete ayer. ¡Y no me dijo nada! Me dice que sí, que lo subió a su habitación, pero que no lo abrió, que no sabía qué hacer con él, que le daba como miedo…

40x30x15, 3kg de incertidumbre envueltos en papel rojo Navidad.

Paquete 1 (4)¿Miedo? ¿A los aromas añorados? ¿A la nostalgia? ¿Al papel de regalo navideño? ¿A no saber cuándo o de qué manera entregar los regalos? Eso parece.

«Vengaaaa», le digo, «Tienes que abrirlo. Desenvuelve todo lo que lleva tu nombre (sé que estarás expectante…), y lo que lleve el nombre de toda la familia. El resto, lo personal para tu host family, lo pones bajo el árbol.». «Vale» me responde….»Pero…Si tengo dudas ¿puedo preguntarte?» «Claro» asiento…a la 1 de la mañana…claro…¡Es su primer «día del paquete»!.

No ha sido fácil llegar hasta aquí, teniendo en cuenta, que cada cm adicional suponía sumar unos 10 euros a los sesenta y tantos estándar para un 40x30x15, 3kg.

Paquete 1 (1)No ha sido fácil, albergar en unas dimensiones modestas, detallitos para Mi Teen, y para su «Host family: padre, madre, hijo y abuelos paternos y maternos». Sí, también para los abuelos, porque qué menos, si van a pasar con ellos las fiestas. Ya que se pone una…un detallín…

No ha sido fácil, elegir presentes para perfectos desconocidos que:

-Ocupasen poco

-Pesasen menos

-Tuviesen probabilidades de gustarles

Con mucho esfuerzo, pero también, con una gran ilusión, conseguí alcanzar los dos primeros objetivos. Confío en que el tercero también llegue a buen puerto.

Alguna tontería por cortesía del Papá Noel de casita, alguna…en realidad, más de una, sorpresita… también para Mi Teen que ilusionado y nervioso, desenvuelve su paquete.

Ardua tarea esta, dicho sea de paso, puesto que la que suscribe, se ha afanado en el envoltorio, como si en ello le fuera la vida, con un papel tras otro, sobre film transparente y metros de cinta de embalar cubriendo más papel y film transparente encima de papel rojo de Navidad que da vueltas y vueltas a la caja y más…

Tanta vuelta, sí, era necesaria, para que las pequeñas ilusiones no se vieran tentadas a escapar de puro hacinamiento. Para que los olores a Navidad, no escapasen de su escondrijo, y llegasen intactos y tras quien sabe qué avatares, en tres días (laborables), desde Madrid, hasta un pueblito de Minnesota pintado de blanco nuclear.

Pegatina con código de barras, código QR, direcciones, declaraciones de todo tipo referentes a la mercancía, factura pro-forma, más film transparente, y me despido de ese paquete al que ya le había cogido cariño, porque llevaba instalado en mi mente, por lo menos 3 semanas. Pero también, estoy contenta de que al fin haya volado.

Y ahora, lo digital, de nuevo, me lo devuelve en la pantalla de mi pc a 7000 km de distancia. ¡Qué cosas! Es el paquete. Con su papel rojo Navidad. Con su film transparente…

Mi Teen, realiza un impecable trabajo de «unboxing» y mi emoción se conecta con la suya.

No son grandes cosas, no cabían en la caja…

No son grandes cosas pero…¡Cómo saben a sensaciones, a familia, a casita, a Reyes Magos».

Paquete 1 (3)No son grandes cosas, pero todas están llenas de enorme agradecimiento para las personas que te acogen e inundadas de cariño sin límites hacia tí.

Deseo que disfrutes la pequeña magia de recibir y compartir esos 40x30x15, 3kg, With love, from Spain…

TQM

Mamá

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